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Cuatros retos de Xiomara Castro como presidenta de Honduras

Por primera vez en sus 200 años de historia como república, una mujer tomó las riendas de Honduras.

“La presidencia de la república nunca ha sido asumida por una mujer en Honduras. Han tenido que pasar 200 años desde que se proclamó nuestra independencia. Estamos rompiendo cadenas, estamos rompiendo tradiciones”, dijo durante su discurso inaugural.

1. Un Congreso dividido

Las elecciones de noviembre que llevaron al poder a Xiomara Castro marcaron un insólito nivel de participación popular; sin embargo, no le garantizaron tener una mayoría simple en el Congreso.

Ahora, con los propios congresistas de su partido divididos, la tarea de gobernar y pasar una agenda legislativa se le puede hacer más complicado a la presidenta, independientemente de quién dirija el Congreso.

“Honduras es un país con enormes desafíos, con violencia de pandillas, con vulnerabilidad a los desastres climáticos, como los huracanes… Y también con serios problemas de corrupción y narcotráfico”, le dice a BBC Mundo Cynthia Arnson, directora del Programa Latinoamericano del Wilson Center, un centro de análisis independiente en Washington, DC.

“Y ese tipo de problemas son difíciles de abordar en cualquier circunstancia. Pero especialmente duro cuando no tienes una mayoría en el Congreso y vas a enfrentar la resistencia de poderes arraigados que no tienen interés en avanzar en estas áreas”, agrega.

2. Un país en crisis

Castro, de 62 años y esposa del derrocado presidente Manuel Zelaya, llega al poder en un momento difícil para la nación centroamericana, marcada por la pandemia de coronavirus, la violencia creciente y uno de los niveles de pobreza más altos del continente.

Según datos de la ONG Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), cerca del 71% de los casi 10 millones de habitantes del país viven en la pobreza y casi la mitad de ellos en pobreza extrema.

De acuerdo con la organización cuatro de cada 10 habitantes carece de recursos siquiera para adquirir un plato de comida al día.

“El Estado de Honduras ha sido hundido estos últimos 12 años y lo recibo en bancarrota”, aseguró Castro durante su discurso.

3. Falta de confiabilidad en el gobierno

Según datos de Latinbarómetro, menos del 20% de la población de Honduras confía en el gobierno, lo que conllevará que Castro se enfrente a la complicada tarea de restaurar la imagen de la ciudadanía en sus dirigentes.

“En los últimos 12 años, la confianza en el gobierno se ha destruido porque hemos tenido mandatos profundamente autoritarios, con mucha corrupción y con denuncias fuertes de vínculos con narcotráfico”, recuerda Sosa.

Actualmente, un hijo del expresidente Porfirio Lobo guarda prisión en Estados Unidos, al igual que el hermano del saliente mandatario Juan Orlando Hernández (JOH), condenado a cadena perpetua.

4. Las relaciones internacionales

Uno de los puntos que más llamó la atención de analistas dentro y fuera de Honduras es qué pasaría con la llegada de un nuevo gobierno de izquierda y los socios regionales e internacionales.

Y es que durante el mandato de Zelaya, su gobierno se distanció de EE.UU. y se acercó a otros de corte autoritario como Venezuela y Cuba, lo que generó preocupación entre las elites políticas y económicas locales.

Durante su campaña, Castro pareció también abogar por un distanciamiento con Washington y prometió incluso que establecería relaciones con China y rompería los vínculos diplomáticos con Taiwán.

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